Buscar este blog

Mostrando entradas con la etiqueta trabajo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta trabajo. Mostrar todas las entradas

6 sept 2018

Estereotipos de… ¿felicidad?


Unos más que otros, pero todos vivimos bajo una serie de estereotipos que llevan guiando a la humanidad desde tiempos inmemoriales, y son esos de ‘naces, creces, te reproduces y mueres’. Obviamente, cada uno se los toma de una manera, pero hay tres de ellos que son innegociables, y luego ya el de reproducirse va por barrios.

Pero, con el tiempo te das cuenta de que se espera de ti que cumplas otra serie de normas sin las que, según muchos, no serás nunca feliz. O, lo que es peor, pensar que conseguirlos te darán sí o sí la felicidad.
Error. Grave error.

Hay una edad, entre los 25 y 35, en la que la alargada sombra de estas ‘doctrinas’ empieza a cernirse sobre ti, con frases como “a ver cuando sientas la cabeza, se te va a pasar el arroz o yo a tu edad…

Y no sólo de los padres, que es lo de menos porque se amparan en que quieren lo mejor para ti, y al final es algo comprensible que seguro todos acabaremos haciendo alguna vez si somos padres. Es esta sociedad en la que vivimos la que te incita a cumplirlos, porque somos expertos en eso de “consejos vendo, que para mi no tengo.”

Desde pequeños nos dicen qué es lo bueno y qué es lo malo dependiendo de si es aceptado o no por la sociedad. ¿Acaso ser diferente o tener comportamientos distintos a la mayoría nos hace ser menos felices? Sinceramente, lo dudo.

Las dos principales ‘fuentes de felicidad’ según el mundo son tener pareja y trabajo. Una vez que los consigues ya te has pasado la vida, has vencido al monstruo final del videojuego y el resto es un camino de rosas… ¡Anda, a la mierda!, que diría el gran Labordeta.

¿Acaso alguien se pregunta si en dicho trabajo o en dicha relación somos realmente felices? ¿Si nos hemos aferrado a eso porque no teníamos otra cosa? ¿Si nuestro jefe o nuestra pareja nos trata bien? ¿O si lo aguantamos porque ante la sociedad queda bien decir que has “sentado la cabeza”?

Ejemplos hay miles de gente que no tiene otra opción que coger ese trabajo explotador o de empezar a salir con alguien simplemente por entrar en el círculo bueno de la sociedad. Basta con preguntar en confianza para darse cuenta de que mucha gente no está contenta con ninguna de esas partes de su vida, pero “es lo que hay.

Y así, conformándose, pasan largas temporadas, incluso vidas enteras sin hacer lo que realmente les realiza como personas, cumpliendo los paradigmas de felicidad de otros, pero no los propios.

Nadie les obliga a hacerlo” ó “pensar en cambiar eso es vivir en los mundos de Yupi” son reacciones que ha habido, hay y habrá a estas reflexiones, pero no he encontrado todavía a nadie que tras decir eso no acabe encontrando en su propia vida algo que cumple porque la sociedad se lo impone.

Y seguiremos haciéndolo. Yo, el primero.